El tratamiento con radiofrecuencia consiste en aplicar una onda electromagnética sobre la piel que genera aumento de temperatura a cierta profundidad, con lo que se produce una retracción de las fibras de colágeno (lo cual produce un efecto tensor: “efecto lifting”) y estimula la producción de nuevo colágeno, con lo que la piel gana en firmeza.
¿Para qué se utiliza la radiofrecuencia?
La radiofrecuencia produce una desnaturalización y contracción de las fibras de colágeno por lo que se genera un efecto de tensado (efecto lifting) y estimula a los fibroblastos para que generen nuevas fibras de colágeno. Gracias a estos efectos es uno de los tratamientos más indicados en la flacidez cutánea.
Otra de las indicaciones de la radiofrecuencia es el tratamiento de la celulitis. El aumento de la temperatura a nivel de la hipodermis determina una contracción de los tractos fibrosos. Así en los adipocitos fuertemente comprimidos y a su vez calentados se produce el fenómeno de la lipolisis disminuyendo el volumen de grasa a ese nivel. Así mismo el aumento de temperatura estimula al sistema vascular y linfático favoreciendo el drenaje de toxinas y exceso de líquido que genera el edema consiguiendo así disminuir el aspecto de “piel de naranja” que caracteriza a esta entidad.
Además el tensado de los septos fibrosos, la contracción de las fibras de colágeno de la dermis (que favorece la estimulación de nuevo colágeno) y la mejora en el sistema vascular proporciona una mejora en el aspecto de la piel. Mejora que es progresiva y que se va apreciando con el paso de las semanas.